domingo, 1 de noviembre de 2009

COCINA JAPONESA FACIL


PRESENTACION:

El arte culinario del país del sol naciente


La cocina japonesa se ha definido siempre como un arte y es cierto. El arte de la exquisita simplicidad, del orden y de la armonía, que hace que cuanto más se la conozca más se la aprecie. Por eso se suele decir que la comida japonesa se como con los ojos, ya que la presentación tiene el mismo valor que la la comida en si. Primero se deleita la vista y luego se satiface el estómago. De echo la comida japonesa es un arte sostenido en tres puntales: tiempo, calidad de las materias y presentación. El color, la fescura de los alimentos, las combinaciones estéticas y nutritivas y el máximo respeto por el sabor de cada ingrediente, todo es indispensable para llevar a cabo un verdadero plato al estilo japonés.



La carne

Una vez introducido el budismo como religión en japón en el siglo 7 se emitieron edictos prohibiendo comer carne. En aquellos tiempos la carne, incluido el pollo no se cocinaba ni se comía en público. En japón, hasta a mediados del siglo 18, durante el periodo Meiji cuando el país se abrió al mundo exterior, ,no se solía comer carne, hasta que se levantó la prohibición en la segunda mitad del siglo 19. A partir de ese momento se introdujeron las características culturales europeas y norteamericanas, y con ellas la costumbre de comer carne. A medida que las recetas se iban conociendo en el país fueron evolucionando desde su fórmula original hasta el yo-shoku,una mezcla del estilo gastronómico japonés y el occidental.

Algunos platos (especialmente de ternera, cerdo o pollo) que hoy se consideran típicos de la cocina japonesa, se remontan en realidad a un pasado reciente de influencia portugesa o francesa. De Portugal llegaron en el siglo 17, los fritos y los buñuelos, que los japoneses adoptaron y dieron origen a lo que hoy conocemos por el nombre de .

La realidad es que japón cuenta con una variada producción de frutas y verduras y que situación geográfica le facilita el acceso casi limitado a pescados, mariscos y toda clase de algas frescas y secas. Las algas desempeñan un papel importante en la cocina japonesa, no sólo porque es uno de los ingredientes principales del caldo que sirve de base para multitud de platos, sino también porque se consumen en la dieta diaria, ya sea en ensaladas o guisos.
De echo prácticamente todo lo que produce el mar, se come. Esta abundancia de vegetales y productos marinos permite una mayor selección y flexibilidad frente a otras gastronomías, por no hablar de su valor nutricional y beneficios para la salud, que han influido en gran medida en la divulgación de la cocina japonesa por todo el mundo y en su consideración como una de las más sanas del planeta.
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